martes, 22 de marzo de 2011

Pateando nieve

Risco del Fraile, P.N. Sierra de Gredos (Ávila), febrero 2011
 Llevaba ya varios inviernos sin patear, un domingo sí y al otro también, la Sierra de Gredos. Este invierno, he podido encadenar varios domingos seguidos por las altas cumbres de esta cordillera, que en cierto modo, contribuyeron a mi formación como naturalista de campo. Aquí el granito y la alta montaña ibérica se muestran en todo su esplendor. No es difícil descubrir la huella de glaciares, los depósitos que arrastraban las morrenas, la fractura de la roca por el hielo, y ... la extraordinaria diversidad de rocas plutónicas. En lo que he recorrido de Este a Oeste, hay que destacar los gneises y su contacto con los granitos, formando esas anatexias o metamorfismos de contacto, que son granitos medio fundidos y recristalizados al entrar en contacto una masa de granito con una intrusión magmática, en el entorno de Galayos y la Mira (2.310 metros); en el sector Central, las cumbres del Morezón (2.381 metros) y del Risco del Fraile (2.165 metros), que no pudimos alcanzar por la fuerte ventisca que sufrimos aquel día, y donde destaca el contacto entre granitoides de la fascies biotítica de grano medio-grueso con las migmatitas generadas por procesos de fusión parcial , con abundantes restos metamórficos en forma de nódulos y xenolitos (rocas externas incorporadas a la masa total, más o menos como las almendras de un turrón); y ya hacia el Oeste, la garganta de Bohoyo que realmente es una morrena de fondo, con abundantes rocas depositadas por las lenguas glaciares, formando un batiburrillo de rocas: granitoides, migmatitas, gneises, ...
A pesar de las duras condiciones de vida, está todo cubierto por líquenes. Llamativos son, porque siempre que voy me preguntan por lo amarillo: Lecanora concolor, Rhizocarpon geographicum y Rh. lecanorinum. Si bien, aparte de estos líquenes, encontramos multitud de especies propias del mundo granítico y de la alta montaña ibérica: Schaereria fuscocinerea, Lecidea atrobrunnea, L. fuscoatra, Fuscidea kochiana, y otras especies. Además hay algún valiente de zonas más bajas que se atreve a instalarse por aquí como Ramalina capitata, Pertusaria corallina, Neofuscelia pulla, ...   
Schaereria fuscocinerea, Morezón (2.200 metros), P.N. Sierra de Gredos (Ávila), febrero 2011

Lecanora concolor, Morezón (2.200 metros), P.N. Sierra de Gredos (Ávila), febrero 2011 
 Lecidea atrobrunnea, Morezón (2.200 metros), P.N. Sierra de Gredos (Ávila), febrero 2011


Además, en altitudes más bajas como las que encontramos en la garganta de Bohoyo, más o menos por encima del límite de los árboles, entre los 1.400 y los 1.700 metros hay una extraordinaria variedad de especies. para mí lo más destacable, además del panorama anteriormente descrito, es la abundancia de Rhizocarpon obscuratum, preciosas Umbilicaria cylindrica con sus márgenes cubiertos de ricinas, Umbilicaria torrefacta con su margen perforado, Lasallia pustulata y L. hispanica, y una que me trae loco, que me parece Bryoria chalybeiformis que normalmente es una especie epífita y que aquí no acaba de desarrollarse en su plenitud, Cornicularia normoerica y abundancia de Parmelia saxatilis y muy bien desarrolladas.
Umbilicaria cylindrica, Garganta de Bohoyo (1.700 metros) P.N. Sierra de Gredos (Ávila), marzo 2011

Umbilicaria torrefacta, Garganta de Bohoyo (1.700 metros), P.N. Sierra de Gredos (Ávila), marzo 2011
 Hay que destacar que algunas migmatitas y gneises presentan abundancia de diversos óxidos de hierro, seguramente producidos por la descomposición de las biotitas y que favorecen la presencia de Lecidea lapicida y de Acarospora sinopica que nunca había visto. 
Acarospora sinopica, Garganta de Bohoyo (1.700 metros), P.N. Sierra de Gredos (Ávila), marzo 2011

En la charla que dí en febrero me preguntaron como se adhieren al sustrato los líquenes crustáceos. Curiosamente en la parte superior de la foto de Acarospora sinopica se ven sobre el cuarzo las ricinas con las que se adhiere. Por cierto, la fotografía está muy aumentada. Creo que el ancho de la foto en el campo era más o menos un centímetro. 

1 comentario:

  1. Hola Juan José

    La fotografía de las ricinas sobre el cuarzo es de esas que se ajustan al dicho "más vale una imagen que cien palabras". La verdad es que es una buena imagen explicativa.

    Un saludo

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