viernes, 10 de mayo de 2013

Sorpresa en campos de trigo

Mirando en el disco duro de mi ordenador y repasando mi cuaderno de campo, me parece muy interesante comentar una de mis grandes sorpresas en este mundo de la liquenología. Como muchos lectores saben, los líquenes son unos magníficos bio-indicadores tanto de calidad de aire, como de eutrofización del medio. Especialmente sensibles son los del género Cladonia, sobre todo a la presencia de sales de amonio, que proceden de la intensificación agrícola por el excesivo vertido de abonos en los campos.
Esto sucedió a finales de julio de hace dos años en la Carelia finesa. Extensos campos de trigo, aún verde, cuando en España llevaba ya más de un mes segado. Paisajes realmente variados, ya que están rodeados por bosques de coníferas y aparecen corros de Epilobium angustifolium, una planta realmente bonita. De vez en cuando sobrevolados por algún abejero europeo, y en sus matas cantando alguna tarabilla norteña y banditos de escribanos palustres. Lo mejor, la inolvidable llamada del guión de codornices, una de esas grandes liebres variables atravesando estos campos, y unos extensos e inesperados céspedes de Cladonia en las márgenes de estos campos. Con la lupa, con mi guía y la luz de la "noche" identifico en estos céspedes  2 especies: Cladonia gracilis y C. fimbriata . Si, estas fotos fueron hechas a las 3 de la madrugada. Llevaba ya más de una hora amanecido, y un poquito más de 3 cuando se hizo de noche.
Es un motivo de reflexión sobre que tipo de agricultura estamos promoviendo en nuestro país, porque aquí, no recuerdo haber visto esto (salvo en lo que se consideran zonas de agricultura de montaña, que son más bien periféricas y no siempre son en montaña)
Cladonia gracilis (L.) Will., Parikkala, Etelä-Karjala (Finlandia), julio 2011

Cladonia gracilis (L.) Will., Parikkala, Etelä-Karjala (Finlandia), julio 2013

Cladonia fimbriata (L.) Fr., Parikkala, Etelä-Karjala (Finlandia), julio 2013